El primer Fuero Castellano: Brañosera, 13 octubre 824

Audio del prograna La Estrella Polar,  La Reconquista, de José Javier Esparza 

El Fuero de Brañosera año 824

Video de  apoyo de MIguel Angel Revilla, presidente de Cantabria,  a el Fuero de Brañosera

Revilla apoya el acto de exaltación del fuero de Brañosera – YouTube

Referente del municipalismo. Sobre la importancia de Brañosera como cuna de la ordenación administrativa local, la presidenta de la Cortes

http://www.elnortedecastilla.es/videos/noticias/palencia/1218693906001-xviii-acto-exaltacion-fuero-branosera.html


El fuero de Brañosera 824

El primer Fuero Castellano: Brañosera, 13 octubre 824

Brañosera en el condado de Castilla y Reino de Oviedo.

La importancia del llamado fuero o carta-puebla de Brañosera es doble y se extiende tanto a la historia política del condado de Castilla como a la historia de las instituciones jurídicas más primitivas, las que se desarrollaban en los primeros momentos del nacimiento de la sociedad castellana.

Respecto de la historia política el fuero de Brañosera es el único testimonio verídico que nos da a conocer el linaje y los antepasados del conde Fernán González; sin esa breve carta y las sucesivas confirmaciones que lo acompañan estaríamos en la oscuridad más completa respecto a los antepasados y al linaje del gran conde castellano.

Por lo que atañe a la historia de las instituciones baste señalar que la carta-puebla de Brañosera no sólo es el primero de todos los fueros castella-nos 1, sino también el más antiguo de entre todos los fueros de todos los reinos y territorios cristianos de España.
Si acaso sólo compite con el fuero de Brañosera la capitular de Carlomagno otorgada hacia el año 801, acogiendo bajo su inmunidad y protección a los godos e hispanos de la ciudad de Barcelona y del castillo de Tarrasa y regulando su situación jurídica, pero este texto no se ha conservado, aunque haya sido reconstruido sobre la base de las noticias que acerca de dicha capitular de Carlomagno se consignan el año 844 en otra capitular de su nieto Carlos el Calvo

Hemos calificado al fuero de Brañosera como carta-puebla castellana, porque aunque hoy el lugar de Brañosera no pertenezca a la provincia de Burgos, siempre desde sus más remotos orígenes conocidos de principios del siglo IX, Brañosera con Aguilar de Campoo ha estado vinculada al condado de Castilla, al reino de castilla y a la diócesis de Burgos; a esta última hasta el año 1956, en que se acomodaron los límites diocesanos a los de las provincias civiles nacidas en 1834.

Cuando el año 824 se concedía su carta de población a Brañosera los musulmanes dominaban la mayor parte de la Península Ibérica; los cristianos únicamente controlaban la cornisa cantábrica y las montañas pirenaicas; las fuerzas de Carlomagno hacía pocos años que habían avanzado hasta la línea del Llobregat incorporando al imperio carolingio los condados de Gerona y de Barcelona.

Pero en la cuenca del Duero entre los musulmanes y los cristianos se extendía una amplia zona desertizada; todavía faltaban casi 40 años para que el primer conde de Castilla, que ha dejado su nombre en la documentación, el conde Rodrigo, saliera de las montañas cantábricas y repoblara el año 860 la antigua ciudad de Amaya; faltaban al menos 60 años para que el hijo del conde Rodrigo, el conde Diego, repoblara el año 884 la ciudad de Burgos, y casi 90 para que los condes castellanos llegaran hasta el Duero y se fortificaran el año 912 a orillas del gran río, repoblando Haza, Roa, San Esteban de Gormaz y Osma.

El año 824, cuando el conde Monnio Nunniz y su esposa Argilo otorgaban la carta-puebla a Brañosera, las tierras castellanas lo mismo que las alavesas se hallaban ya integradas en el reino de Asturias o más exactamente de Oviedo, donde reinaba desde el año 791 Alfonso II, hijo de Fruela I (757-768), nieto de Alfonso I (739-757) y biznieto de Pelayo (718-737); su reino ocupaba casi toda la cornisa cantábrica, desde los confines de Vizcaya con Guipúzcoa hasta la costa atlántica englobando casi toda Galicia.

El emirato independiente de Córdoba estaba regido desde el 21 de mayo del 822 por Abd al-Rahman II, que al año siguiente del inicio de su reinado ponía fin a la tregua implícita, que venía observándose ya casi durante dos decenios entre el emir cordobés y el rey de Oviedo, y enviaba a su ejército comandado por el veterano general Abd al-Karim ibn Mugait contra las tierras que los musulmanes llamaban, Álava y los Castillos, esto es, Álava y Castilla. Este ejército combatió y asoló las comarcas alavesas y castellanas más orientales, pero en modo alguno afectó directamente a las tierras de Campoo, aunque es posible que sus hombres tuvieran que movilizarse y acudir en defensa de las comarcas atacadas.

El fuero de Brañosera encaja perfectamente con los esfuerzos de restauración interior del reino que venía desarrollando Alfonso II después de las graves pérdidas y destrucciones que había tenido que sufrir a manos de los ejércitos de los emires Hisham I (788-796) y al-Hakam I (796-822), al menos hasta el año 803, y que estaban exigiendo una colonización interior y asentamientos poblacionales en las tierras más seguras de la cornisa cantábrica, pero que todavía no permitían la expansión por las tierras más llanas de la meseta, fase que sólo se iniciará sin éxito con el intento repoblador de León del año 845, y con resultado ya positivo, con la vuelta a la vida de León y Amaya el año 860, esta última a tan sólo diecisiete kilómetros al sur de Aguilar de Campoo.

El Fuero 824 en la FEMP

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